miércoles, 29 de octubre de 2008

Apoyo internacionalista a Nicaragua.


Todo el apoyo las feministas nicaragüenses, y un puño izquierdo siempre en alto

Una perspectiva feminista queer del activismo intersexual, basada en mi experiencia personal con movimientos racistas y sexistas separatistas

Una perspectiva feminista queer del activismo intersexual, basada en mi experiencia personal con movimientos racistas y sexistas separatistaspor
Curtis E. Hinkle, fundador de la OII©

2008

numerosas perspectivas diferentes dentro de la "comunidad" de personas intersexuales. Con respecto a otras comunidades, no demandamos una sola identidad porque tenemos diversas trayectorias, diversas identidades, incluso definiciones diferentes de nuestra intersexualidad. Por lo tanto es importante que cada cual tenga la posibilidad de hablar abiertamente sobre sus propias experiencias y sobre cómo afectan a sus propias opiniones sobre las cuestiones intersexuales. Lo que sigue es solamente mi mirada personal sobre algunas de las cuestiones que me parecen importantes para comprender mi evolución, particularmente por qué he llegado a ser feminista queer y activista intersexual.Hay muchos movimientos basados en la identidad sexual de las personas, que llamo los movimientos identitarios. Sus políticas basadas en nociones binarias, reduccionistas y esencialistas de todas las personas no me parecen ser la mejor manera de militar a favor de los derechos humanos. Es una de las razones por las cuales soy feminista queer y considero que es mi deber luchar contra el sexismo y el racismo conjuntamente. Considero que la organización y estructura de los movimientos identitarios favorecen el sexismo, el sistema binario de sexo y género, y el separatismo.Los movimientos separatistas me parecen problemáticos. Este ensayo no es sólo una crítica al separatismo dentro de la comunidad LGBT, sino también al separatismo racial, al apartheid racial y a cómo el sistema racista de la región de los Estados Unidos, en donde pasé mi niñez, me llevó a reflexionar sobre el poder del estado: el poder de definir a todas las personas, marginándolas, y proteger así los intereses de una minoría pequeña que podría ejercer el control sobre la mayoría. El estado de Louisiana tiene un largo pasado racista; entre otras cosas, para mantener el apartheid racial, el estado tuvo que elaborar una definición de la raza "negra" y de la raza "blanca": una tarea muy difícil porque, como en el caso del sexo, la población no puede dividirse en dos categorías claramente distintas en cuanto a la raza. En Louisiana, la solución adoptada fue pedir a todas las personas que demostraran no tener ninguna sangre "negra", y encaso de no probarlo, se convertían en "negras" por defecto en el sistema legal. Existían subcategorías para las personas "entre las dos razas ", como quadroons, octoroons e incluso quintroons. Esta situación duró hasta los años 80, y cualquier DNI (carnet de identidad) de una persona quadroon, octoroon, etc., tenía la mención: "raza negra".Resulta muy difícil dividir en dos categorías distintas a una población compuesta de un gran número de personas – sea cual sea el criterio utilizado para definir a las personas en cuestión - sin estigmatizar y maginar a una gran parte de esta población, tanto más cuando hay solamente dos categorías. Por mi parte, como persona intersexual, tenía la impresión de que el apartheid sexual, la imposición de un sexo legal a cada niñ*, tenía mucho en común con el apartheid racial, y que estos dos sistemas de apartheid tenían las mismas motivaciones políticas: mantener el poder de una clase social sobre todas las otras. Creo que todos convendrán conmigo en que el sistema que prevalecía antes en Louisiana - descrito más arriba - era racista.Tengo dos preguntas:¿Son las divisiones separatistas dentro de los movimientos identitarios LGBT sexistas?¿Hay buenas razones para perpetuar el sexismo?Consideremos un ejemplo referente a la problemática intersexual: a menudo, se dice a los padres de un bebé intersexual que críen a este niño "como chica". ¿Pero qué significa, exactamente, criar a un niño "como chica"? Para mí, es claramente sexista. La noción de "chica" incluye connotaciones estereotípicas que nada tienen que ver con el cuerpo de una persona, y en este caso se trata además de una persona que no ha nacido con un cuerpo típicamente femenino. Mi familia es biracial. Si un doctor nos hubiera dicho que criáramos a nuestra niña adoptada cono "negra" o como "blanca", le habría contestado abiertamente que su actitud me parece racista, y pienso que la mayor parte de las personas estarían de acuerdo conmigo. ¿Por qué no se tiene la misma actitud cuando un médico dice a los padres de un bebé intersexual que lo críen como "chica" o "chico"? ¿No es este tipo de actitud sexista?¿Son el racismo y el sexismo moralmente justificables en ciertas situaciones? y, si la respuesta es sí, ¿cuáles son estas situaciones? Personalmente, no puedo encontrar buenas razones para justificar el sexismo y el racismo, y pienso que estas divisiones no nos ayudan en nuestras luchas a favor de los derechos humanos. El hecho de imponer tales fronteras dentro de la población tendrá siempre la consecuencia de que ciertas personas serán marginadas, por defecto, constituyéndose como "las otras", los parias, los indefinidos. ¿A qué sirven estas fronteras legales?Consideremos de nuevo el separatismo implícito de los movimientos identitarios como el movimiento LGBT. Mi impresión es que, al igual que el separatismo practicado por otros movimientos, puede llegar a ser un medio utilizado por los grupos oprimidos para oprimir a otras personas, a menudo no intencionalmente. El peligro es que corre el riesgo, por un lado, de perpetuar la opresión de un gran número de personas, y por otra parte, desvía la energía que sería invertida con más eficacia en la lucha a favor de los derechos humanos. Esto afecta a todas las minorías sexuales, porque lo que llega a ser importante una vez que el separatismo prevalece, es mantener el orden en el nuevo sistema definido por este separatismo y asegurar las fronteras entre "nosotros" y "los otros ". Todas las personas que se encuentran en "tierra de nadie", entre las nuevas fronteras, se vuelven las nuevas oprimidas. Y como es casi siempre el caso, las definiciones cambiaráncon el tiempo, en contestación a presiones políticas y sociales dentro del grupo. Además, los propios miembros del grupo se desarrollarán, durante una vida de reflexiones y preguntas sobre sus propias identidades. Y eso necesitará nuevos empujones para redefinir y determinar otra vez las fronteras, para que l*s miembro*s puedan de nuevo autentificar su propia pertenencia al grupo. El mantenimiento del orden y de las fronteras, así como las definiciones, se convertirá en el propósito principal del movimiento. En estas condiciones, la lucha por los derechos humanos correrá el riesgo de pasar a segundo plano, incluso de llegar a ser insignificante. En mi opinión es lo que sucedió en el movimiento intersexual en los Estados Unidos; la definición exacta de la intersexualidad, cómo establecer fronteras herméticas entre las personas intersexuales, transexuales y otras, era la preocupación principal de la ISNA y de Alice Dreger. Resultado,después de más de quince años de "activismo" de esta organización que recientemente cerró sus puertas: la definición aceptada para la intersexualidad (sin consular a la comunidad intersexual) - DSD (trastorno del desarrollo sexual) - una definición más patológica y más estigmatizante que la que tenía al principio del movimiento.La necesidad de mantener una identidad estática representa para mí el peligro más grave de todos estos movimientos identitarios. Por ello creo que a largo plazo corren el riesgo de hacer más mal que bien, notablemente en lo que concierne a la sexualidad y al sexo, que por naturaleza son variaciones que se solapan en diferentes grados en un abanico con varón en un extremo y mujer en el otro. La noción de raza, también, varía, cambia según presiones socioculturales; personalmente, conocía el sistema del apartheid racial, con su mantenimiento de la ley y el orden y las discriminaciones que provocaba. Rechazo cualquier lealtad a una identidad estática, tanto racial como sexual. Para mí, conformarme con ella significa la limitación de cualquier posibilidad de desarrollo y plenitud, y obstaculiza todo progreso personal.

Mi Bichon Frisé tiene un DSD (Trastorno del desarrollo sexual)

Mi Bichon Frisé tiene un DSD (Trastorno del desarrollo sexual)
por Curtis E. Hinkle
2005

Soy el compañero orgulloso de un pequeño Bichon Frisé adorable que se llama Sensen. Cuando Sensen tenía algunas semanas, me preguntaba si era "chico" o "chica". A mi asombro nadie podía decir si Sensen era “verdaderamente” un chico. Era una gran pelota cubierta de pelusa blanca con ojos negros brillantes, lleno de energía y muy cariñoso. Comencé a preguntarme si quizás tenía algunos problemas del desarrollo sexual y por lo tanto “la necesidad” de ser tratado y lo llevé al veterinario. A mi consternación, lo diagnosticó como padeciendo de un DSD (trastorno del desarrollo sexual y más específicamente como criptorquidia. No tenía huevos. Según los expertos mi adorable Sensen era defectuoso y no valía nada de verdad. Debe haber sido eliminado del banco de genes antes de nacer. Pero para mí era muy especial.

Pues bien, yo estaba confundido. ¿Era realmente un chico? ¿O una chica? ¿O qué? ¿Cuál sería la identidad de género más probable de Sensen? Si l* trataría “como chico” me preguntaba si es todo que sería necesario para que se sentara como un "chico". Estas preguntas me perturbaron durante semanas. No deseaba tener un pequeño compañero con un trastorno de identidad de género (ya que tenía una enfermedad – un DSD. Una sola enfermedad me parecía bastante.). Este trastorno necesitaba una curación de modo que yo pudiera escoger el color de su traílla y determinar si iba a poner cintas rosadas en su cabeza.

El veterinario me informó que dependiendo de la causa subyacente de la criptorquidia, su identidad de género podría variar. Podría ser afligido de un trastorno del desarrollo sexual conocido como el síndrome de la insensibilidad de andrógenos y desarrollar una identidad femenina. Sin embargo, podría ser que se trataba de otro trastorno, la hiperplasia congénita suprarrenal y desarrollar una identidad masculina aun cuando era “verdaderamente” una chica y su comportamiento masculino resultaría que sería también “lesbiana”. ¡Que confusión!

Todo eso de homosexualidad, identidades de género diferentes y trastornos del desarrollo sexual sin diagnostico preciso me confundió al máximo. ¿Cómo podría mi pequeño compañer* comportarse como algo que no era verdaderamente? ¿Debo obligar a Sensen que se comportara de acuerdo con su supuesto verdadero sexo, una vez que eso fue determinado por les expertos? El veterinario me informó que en tales casos Sensen podría montar a otras hembras pero me aseguró que no era un problema porque no importaría un pito a las otras hembras. Pero eso no contestó a mi pregunta. ¿Si está “comportándose como varón” pero era realmente hembra, cómo podía yo conocer el verdadero Sensen?

El veterinario se dio cuenta de que tales preguntas me preocupaban enormemente y decidió hacer una serie de pruebas para determinar el verdadero sexo de mi pequeño compañero. Nunca nos ocurrió la posibilidad que Sensen era intersexual y que ninguna de esas dos categorías (femenina y masculina) no convengan realmente. Hemos supuesto que todos los animales sean hembras o machos y que las pruebas podrían tranquilizarme y poner fin a toda incertidumbre y ambigüedad.

Pues bien, no puede imaginar lo asombrado que estaba al descubrir a Sensen que estaba montando a mi gata persa Chocolat – una "chica" muy bonita – antes de obtener los resultados de las pruebas médicas. Estaba totalmente aturdido. Pensé que era solamente su sexo que no se había desarrollado. Ahora me dí cuenta que se trataba de un compañero de “conducta desviada” que fue atraíd* por una gata. De inmediato llamé al veterinario para decirle de no continuar con todas las pruebas. No me necesitaba más información. Sensen había contestado a todas mis preguntas. Era nada más que un pervertid*. Pero para mi es todavía adorable y le amo hasta morir.

martes, 21 de octubre de 2008

LA MARAVILLA DE SER LAS NUEVAS PUTAS BRUJAS: POLIAMOR Y FEMINISMO.

El cuerpo no reclama caricias.Se acomoda en la fuente interior.Las ciudades, los parques, las avenidas sombreadas del recuerdoo la imaginación.Por allá alguien toca una música melancólica,alborotando el placer de viejos estremecimientos.La presencia del corazón, los pulmones, el hígado, las piernasprocura una cierta mansa felicidad.¡Cuantos años para esto!Cuánto tiempo buscandolo que estaba tan cerca.Gioconda Bellí
El poliamor es un neologismo construido como discurso a principios de los años noventas, pero el amar como una propuesta colectiva, consensuada, honesta, libre de las ataduras impuestas, y que mira con recelo otras auto ataduras, es un constructo que ya desde hace mucho tiempo se le llama amor libre.

El siglo XIX es una pauta importante para hablar de un movimiento social que busca cuestionar la monogamia como único modo de relacionarse amorosamente, hacer frente a la imposición del matrimonio, contrato que no necesariamente tiene que ver con el amor, pero sí con la propiedad privada, la acumulación de mercancías y la opresión del cuerpo.
Nos atrevemos a establecer que el amor libre es una rebelión contra las instituciones y sus leyes, esas que pretenden coptar hasta el espíritu.La lucha contra las imposiciones, es una tarea que las mujeres han encabezado desde los siglos XVIII y XIX y que se constituye como uno de los pilares que conforman el feminismo. Imposible no recordar los desafíos de una Olimpia De Gouges quien muere en manos de la guillotina de Robespierre exigiendo la abolición del matrimonio y su sustitución por un encuentro entre hombre y mujer en paridad de derechos. ¿Podíamos las mujeres seguir permitiendo ser consideradas como “menores de edad” y que nuestro cuerpo fuese la mercancía al “mejor postor”? La petición de Olimpia y de las mujeres era sencilla, sigue siendo sencilla: Reclama que los derechos del ciudadano de la revolución francesa se extiendan a las ciudadanas, no humanos de segunda clase, sólo humanos con derechos y deberes.
Y que decir de la mujer muerta casi después del parto trayendo al mundo a la escritora de Frankenstein: Maria Wollstonecraft, quien por primera vez, llamaba “privilegio” al poder que siempre habían ejercido los hombres sobre las mujeres de forma «natural», es decir, como si fuera un mandato de la naturaleza. Wollstonecraft es radicalmente moderna puesto que pone el embrión de dos conceptos que el feminismo aún maneja en el siglo XXI: la idea de género ‑lo considerado como «natural» en las mujeres- es en realidad fruto de la represión y el aprendizaje social o como diría años después la poliamorosa Simone de Beauvoir en su máxima obra El segundo sexo: “La mujer no nace, se hace”.
Además abogo por la abolición del matrimonio, considerándolo como un instrumento de aniquilación para las mujeres que nos reduce al papel social y pasivo de madre y esposa, roles que abren paso al sometimiento en muchos de sus niveles.
Los debates que las mujeres iniciaron con fuerza clara y contundente, siendo claves en estos tiempos, están situados por un lado con la vertiente de poder contar con acceso a un control de natalidad, el derecho de los niños fuera del matrimonio, y por otro, a la reivindicació n del derecho al placer de las mujeres fuera de toda institución. La afrenta ha sido, encerrar el cuerpo, atarlo, construirlo desde la pasividad, la resignación.
Cabe destacar que la vida de Wollstonecraft además de ofrecernos importantes reflexiones sobre el feminismo nos coloca en la vivencia cotidiana la posibilidad del amor libre con sus diversos vericuetos, no solo como un postulado teórico, sino como el compromiso de su vida, por ello Virgina Wolf escribió sin duda que, “la vida de Mary Wollstonecraft fue un experimento”.
Los humanos experimentamos y amamos, y se dice que con el amor se encienden y apagan todas las llamas, hasta esas que se desparraman, hasta la raíz de la razón.La imposición heteropatriarcal nos ha negado desde hace siglos, la posibilidad libre de decidir a quien amar, como amar, inventar y recrear las lúdicas formas de conformarse en y con el otro, la otra, los otros.
Los diferentes sistemas y niveles de dominación y poder han situado al humano en el escollo de comprender que libertad, autonomía y colectividad también son ingredientes de la relación amorosa.
¿Quién signo que solo es posible enamorarse de una persona? ¿En realidad cuales son los intereses de la monogamia? ¿Qué hay más allá del velo cómico de las instituciones enarboladas como únicas posibles para el “amor” tales como la familia o el matrimonio? ¿Quién nos enseño a amar? ¿Conocemos desde donde cuando y por qué se ama?Y si a esto sumamos que a las mujeres se les ha negado el derecho de decidir sobre su cuerpo, sus emociones, sus razones, sus creatividades, tenemos un imaginario social que en el siglo XXI comercia con el amor, lo fetichiza y lo vuelve otro instrumento de alineación y reificación.
La memoria es frágil y también sirve para que manipulándola, se escriba la historia; en los libros de texto cuando se escribe aborto, se pretende hacernos leer, muerte; cuando se habla de la resiginificació n de nuestros vínculos eróticos y amorosos, se coloca la etiqueta: “promiscuidad y libertinaje”.
Hoy a una mujer empoderada y clara en la búsqueda de sus modos de amar, coger, sentir, ser, estar, gozar, fluir, se le llama PUTA.No somos Emma Goldman o Anais Nin, no me siento Wollstonecraft, ni Mary Shelley, fueron muy lucidas Flora Tristán o Simone de Beauvoir, pero no, no soy ellas, soy lesbiana Lourdes o Maria o sexo servidora, soy Lucia o campesina, me llaman Lola o estudiante, hoy me puse Lupita o ama de casa, trabajadora domestica o dentista, indígena o transexual; pero todas ellas son como yo: mujeres, poliamorosas, y abiertas a la vida, locas y desafiantes, putas que recuperamos nuestro cuerpo y nuestro amor. No lo victimizamos, ni le ponemos “moño rosa”, no es un paquete o regalo, somos nosotras, las nuevas brujas libres.Continuará…

lunes, 20 de octubre de 2008

Desarrollando nuestra legitima rareza

“El impulso que se le da al matrimonio gay
es la respuesta avergonzada al Sida para repudiar
nuestra promiscuidad y parecer
saludable y normales” (Judith Butler)
Por Proyectil Fetal
proyectilfetal@yahoo.com.ar

El discurso dominante entre las personas GLTTB y el progresismo culpógeno sostiene que es intolerable que no haya igualdad de derechos en nuestra sociedad (incluso en aquellos países económicamente desarrollados). Es por eso que, ya sea de manera conciente o inconciente, basándose en el mito del derecho a la igualdad por encima de todo, reclaman para si la posibilidad de elegir contraer matrimonio (con todas las prerrogativas materiales y simbólicas que conlleva- solo por mencionar una o dos: la obligación a tener sexo, y el débito conyugal) como lo hacen las demás personas, despertando desde las más furibundas reacciones homofóbicas dentro de las instituciones clásicas que ya todxs conocemos, o hasta incluso
manteniendo ciertos límites en lo que respecta a las mentes menos conservadoras (por ejemplo, sería correcto que puedan casarse, pero no que dos varones críen un hijo o una hija, ni que las personas GLTB tengan derecho a la adopción).
En este contexto, donde maniqueamente hay que ponerse a favor o en contra, y donde cualquier intento de hilar más fino es entendido como rizar el rizo o convertirse en un fachista, nuestra labor, como anarquistas queer, es tomar posturas a contrapelo de lo que parece “lo conveniente” y optar por el lugar “incómodo”.
Para empezar, y siguiendo a Judith Butler en Deshacer el Género, la primera apreciación que deberíamos hacer es la diferencia entre matrimonio y parentalidad, y entre parentalidad y parentesco. En la noción popular que el difuso activismo GLTB en general también ayuda a respaldar, las tres nociones se confunden y se homologan en una sola, todos productos de la primera- matrimonio - encargada, como efecto colateral, de organizar la sexualidad al servicio
de la producción y reproducción. Así como la anarquista Emma Goldman, a principio del siglo XX, no exenta de un romanticismo baladí, cuestionaba al matrimonio como algo opuesto diametralmente al amor, como un mero contrato económico donde la mujer quedaba subsumida a un rol peor que el de una trabajadora sexual, puesto que ésta vende su cuerpo por hora, y la esposa lo vende por un único pago de por vida, nosotrxs también creemos que el matrimonio (de cualquier índole) no solo es una calamidad, sino que no existe posibilidad alguna en el horizonte de inteligibilidad anarquista de que ningún tipo de matrimonio sea algo deseable ni que deba ser el canal por el cual se legitiman nuestros deseos y prácticas. Más aun, muchas relaciones de parentesco hoy por hoy, a la vuelta de casa, delante de nuestras narices, no se ajustan al modelo de la familia nuclear y exceden las concepciones jurídicas vigentes y funcionan, de hecho, según pautas no formalizables.
El parentesco existe, asuma o no una forma familiar reconocible por el Estado y sus instituciones. La tradición anarquista conoce, bajo el concepto de afinidad, el cuidado, agrupamiento, o vínculos humanos que no se ajustan, ni desean ajustarse, a las reglamentaciones sociales, y que no tienen al matrimonio (ni a la pareja) como el horizonte
de inteligibilidad o matriz para pensar las maneras en las que vehiculizamos nuestros afectos1
Pero si la parentalidad y el parentesco son solo legibles en términos de contratos matrimoniales y/o uniones civiles, nunca podrán ser ya separados de las cuestiones de propiedad privada, concibiendo a las personas como propiedad de sus progenitores y sus parejas. Asimismo, se volverá a repetir la ficción mítica de los lazos de sangre como lo más sagrado y de los intereses nacionales y raciales que sustentan tales lazos, porque el matrimonio, gay o no gay, tiene como principal objetivo establecer el racionamiento simbólico de las relaciones de pareja y de sus frutos por parte del Estado.
Reclamar el derecho al matrimonio tiene, como presupuesto básico, que el Estado es el encargado de distribuir de manera indiscriminada, independientemente de todo, derechos y responsabilidades que son inmanentes, inherentes y privativos del ser humano por ser lo que es. Esto deriva en la subsiguiente intensificación de la normalización, fortalece al Estado y lo convierte en el gestor único e indiscutible de entregar la divisa que se debería obtener
porque sí, al nacer.
Y la pregunta emerge por si sola: ¿Qué pasó con el proyecto radical de articular e impulsar la proliferación de prácticas sexuales fuera del matrimonio y de las obligaciones de parentesco?
Además, así como el anarquismo increpó al marxismo que creía que porque el Estado era obrero no iba a reproducir las relaciones autoritarias y jerárquicas, ¿qué le hace creer a la comunidad GLTB que las formas tradicionales y conocidas de organización sexual y de reproducción, por el mero hecho de su conformación sexual o su orientación Esta posición sexual, estarán eximidas de las relaciones de poder que redundan en la actualidad en abusos de todo tipo, violaciones, muerte, y todas las aberraciones que el feminismo históricamente nos ha señalado que emergen del matrimonio?
Para colmo de males, la delimitación de las formas de relación que el Estado legítima solo tendrá lugar por medio de algún tipo de exclusión, si bien no evidentemente dialéctica, y de una jerarquización entre lxs aspirantes a la normalidad, y aquellxs que, ya sea porque no pueden o porque no quieren, no son elegibles. La pareja gay o lesbiana, estable, que se casaría si pudiera es considerada ilegítima pero elegible para una futura legitimidad, mientras
que los agentes sexuales que funcionan fuera del ámbito del vínculo matrimonial y de sus formas alternativas ahora constituyen posibilidades sexuales que nunca serán elegibles para una traslación a la legitimidad, incluso con prácticas sexuales tradicionales, o sin ellas. Ya no hace falta sostener las otrora llamadas “prácticas contra natura” o “sodomía” para quedar fuera del patrón gay de elegibilidad potencial.
Estamos hablando justamente de un campo sexual cuyo punto de referencia, cuyo máximo deseo no es la legitimidad, y por qué no decirlo, la parentalidad. Las prácticas sexuales y las relaciones que quedan fuera del límite de la ley se vuelven ilegibles o insostenibles mientras que en el discurso público emergen nuevas jerarquías que refuerzan la distinción entre vidas legítimas e ilegítimas y producen distinciones que van limitando los términos de lo pensable.
El matrimonio, dado su peso histórico, se convierte en una opción sólo como norma que excluye opciones y que se extiende a relaciones de propiedad y hace más conservadoras
las formas sociales de la sexualidad. Por eso es que afirmamos que los contratos legales y/ o el matrimonio no deberían ser nunca la base sobre la que se asignan los beneficios sociales, civiles, reproductivos y de todo tipo, ni podemos utilizar la respuesta contra la homofobia,- a
la cual hay que darle batalle sin cuartel, por el solo hecho de existir, y en todas partes y en todo momento-, como el parámetro para basar una acción política. ¿Acaso debemos defender el derecho al matrimonio GLTB porque los heterosexuales nos lo niegan? ¿Acaso no hay maneras más inteligentes de organizar nuestra autoprotección que no sea a través del la legitimación y reconocimiento del Estado? ¿No vemos que el matrimonio gay es una nueva oportunidad de establecer una jerarquía de organización sexual binaria legítima contra todxs aquellxs raritxs que no quieran o no puedan casarse, por el motivo que sea? ¿No podemos
encontrar otras formas de sentirnos posibles, inteligibles, hasta reales además de la esfera de racionamiento Estatal? Pero no está todo perdido. Y aunque, como se ve claramente en este escrito, mucho nos queda por pensar, allí en el corazón mismo del no reconocimiento se encuentra la oportunidad de resistir, el reservorio de subversión que las pasiones ilegitimas detentan. Lo impensable, como lo más critico, lo más radical, lo más valioso y como lo
sexualmente irrepresentable, tales posibilidades sexuales pueden ser lo sublime en el campo contemporáneo de la sexualidad, el lugar, como dijimos antes, que la normatividad
no se apropió. Es menester entonces ocupar otro lugar atópico, no delimitado, de una libertad radical, no lugares en los que nos encontramos a pesar de nosotrxs mismxs. Ostentar prácticas socio-sexuales que no parecen revestir coherencia inmediata en el léxico disponible de la legitimación y que por ende, eluden, incluso sin proponérselo, la normativización. Y por sobre todas las cosas no olvidarnos de revisar la organización social de la amistad, los contactos sexuales y la creación de comunidades propias y subterráneas bajo sus propias lógicas para crear formas de respaldo y de unión que piensen su deseo y su pasión hic et nunc por fuera del deseo del Estado. No somos ingenuxs. La privación o la resistencia a la
normalización suponen privaciones a los derechos que agravan los golpes de la vida cotidiana que ya sufren per se las individualidades que podríamos denominar queer. Pero sí abogamos
por pensar conjuntamente formas críticas de esquivar el control estatal porque no estamos dispuestxs a perder nuestro poder inherentemente subversivo. Cuando nos negamos a permitir que el campo de la sexualidad se evalúe en relación con la forma matrimonial o cuando nos negamos a que la sexualidad se evalúe en relación con la forma matrimonial se
desarrolla una transformación más radical por fuera del estúpido romanticismo que tantas lagrimas nos hizo derramar y a favor de las pasiones fulminantes.

jueves, 16 de octubre de 2008

Oración a Lilith

(santa patrona de las subversivas
expulsadas del paraíso
desde el principio de los tiempos)
Mujer loca hecha de viento
Lilith voladora e impura
rompe el espacio y el tiempo
y ven a nos sin premura.
Insumisa y primigenia
madrastra de las de Eva rechazadas hijas
haz que en nuestros blancos lechos
nunca falten besos, calor ni compañía;
que las estrellas nos iluminen
que nunca se acabe el deseo ni el vino
y que no nos topemos nunca ni opresor
ni cadena por nuestro camino.
Que no nos dé por la monogamia, la abnegación ni la servidumbre
y que siempre seamos leales
a nuestra naturaleza de brisa y de lumbre…
Artemisa Téllez

Desterritorializar el corazón: Amor libre lesbo feminista

Por Leonor Silvestri (edición: marian pessah)



"Cuando me separé, después de una relación de 6 años súper hermética, y aunque en el medio tuve otros amores menos opresivos, la conozco a Clarisse, y empezamos a estar juntas; hasta estar con ella nunca imaginé que yo fuera Esto que soy hoy. No sé cómo pasó, pero comenzamos a charlar acerca de la fidelidad, a medida que nuestro afecto crecía, yo le dije que no sabía qué era ser fiel o infiel y que a aquel tipo de la relación de antes no quería volver porque reprimí muchas veces lo que sentía. Desde que estoy con Clari no he estado nunca con tantas mujeres, y nunca he amado a alguien tanto como la amo a ella, porque con ella descubrí la libertad.” Así relata marian pessah, activista lesbofeminista argentina por las relaciones abiertas y el amor libre, la apertura de su actual relación con la activista feminista brasilera Clarisse Castilhos, con quien hace 4 años vive en Puerto Alegre. Si bien es cierto que las lesbianas, en la mayoría de los casos, viven sus relaciones afectivas mucho más endogámicamente que las mujeres heterosexuales, manteniendo el afecto y los lazos con sus ex parejas, también es cierto que no se llega al grado de liberalidad sexual de los gays en cuanto al deseo como da cuenta la ausencia de lugares lésbicos donde mantener sexo grupal como por ejemplo saunas, la escasez de porno específico para mujeres hecho por mujeres o cualquier otro elemento de la parafernalia sexual que los varones gays conocen y frecuentan (darkrooms, teteras, túneles, etc). Incluso relativamente pocas logran deshacer el deseo de amor romántico, rococó y almibarado, propio del imaginario heterosexual al estilo familia Ingalls que organiza la sexualidad de las heterosexuales en relación a la reproducción: un amor eterno, monogámico y fiel hasta que la muerte las separe a través del cual se debe acceder a la felicidad y trascendencia totales para poder al fin comer un bicho emplumado llamado perdiz. O peor, en pos de deconstruir el supuesto modelo hegemónico heterosexual donde el varón mantiene todo tipo de infidelidades y dobles vidas, y la mujer se conserva única para su varón, un mundo aparentemente plagado de hipocresía donde la mujer es poco menos un objeto pasivo, el mundo lesbofeminista construye una férrea moral de sororidad acética y aséptica donde es muy difícil levantar temperatura corporal y mantener la calentura en el tiempo o transgredir los discursos disciplinarios de la sexualidad de las mujeres en general. En ese escenario, ¿qué lesbiana o mujer bisexual podría negar que generalmente fantasea tanto con tener relaciones en simultáneo con varias personas o incluso sexo grupal, como anhela una relación larga duradera y armoniosa? Y, ¿cuántas son las que logran tener otras prácticas sexuales y afectivas, u otras formas de relacionarse sexualmente, más o menos cotidiana como hace marian pessah? La anarquista Emma Goldman a principio del siglo pasado afirmaba que el amor no puede ser sino libre, que el amor muere con el matrimonio, y que si por algún misterio sobrevive tras casarse, no es debido al matrimonio, sino más bien pese a él. Claro que Emma se refería a las parejas heterosexuales en una época donde era virtualmente imposible que una mujer, o incluso un varón, evadieran su responsabilidad cívica y social de contraer nupcias e ingresar, de ese modo, al sistema de producción y reproducción del capitalismo al cual la anarco-feminista se oponía. De todas maneras, Goldman no hablaba de relaciones no monogámicas no heterosexuales. Este dato que por cuestiones históricas no fue tratado por Goldman es el principal foco de interés de marian en sus talleres de concienciació n del amor libre para lesbianas y mujeres bisexuales “siempre dentro del marco del feminismo” que son su actividad principal dentro de la militancia lesbofeminista y su cara más visible. Su taller de relaciones abiertas en el encuentro de Lesbianas y Bisexuales de Rosario de este año fue el más concurrido, a pesar de que “el común denominador de las chicas que asistieron no siempre plantearon un lugar rupturista sino que venían a buscar una manera de manejar los cuernos, le cuento o no le cuento si me gusta esa mina o me gusta la otra. No van al punto de la cuestión de por qué hay que cerrar las relaciones. Les meten un cassette en la cabeza que te dice ´así tenés que pensar´ y lo repiten. Vinieron muchas muy perdidas que nunca habían escuchado hablar de nada de esto. Hay muchas que no son ni consientes que reprimen su deseo, ni siquiera piensan en su deseo.”, cuenta marian que ya había llevado adelante un taller similar, donde las mujeres pudiera conocer este tema, comentarlo con afines y pares, interiorizarse y debatir sobre experiencias comunes en el Encuentro Lésbico Feminista de América Latina y el Caribe que tuvo lugar en México durante el 2004, junto a su amiga Ochy Curiel -una lesbiana feminista afrodescendiente que vivió en Buenos Aires. “Una tarde charlando sobre nuestras experiencias comunes sentimos la necesidad de abrir las puertas de nuestras casas para ver qué pasaba. Los talleres son útiles porque sirven por un lado como denuncia y visibilizació n, aunque no se llegue a profundizar, y por el otro para nunca perder de vista la cuestión política de esta manera de relacionarse abiertamente. Las mujeres se enamoran de la libertad pero lo primero que quieren es la seguridad, que no existe, e intentan repetir el modelo de ´no seré feliz pero tengo marido´ pero con una mujer, quieren seguridad y se olvidan de que las parejas cerradas también corren riesgos de que mañana esa historia tampoco continúe. Por eso, hay que escribir y difundir. Muchas me dicen ´si los brazos de tu Clari abrazan a otra mujer´, bueno son sus brazos no los míos y no me pertenecen.” marian y Clarisse cumplen con una serie de acuerdos territoriales, que marian se apura en destacar que se tratan de sus acuerdos personales pero que “de ningún modo son una receta para mantener una relación abierta”: por ejemplo, en la ciudad donde conviven, no mantienen relaciones con otras personas ni tampoco se flirtea o se coquetea con otras mujeres cuando están juntas en un mismo lugar, - salir juntas no es para ellas la oportunidad de conocer a otras personas-. marian asevera con vehemencia: “A mi me gustan las mujeres, ¿por qué tendrían que dejar de gustarme?, hay una a la que amo profundamente, pero no es la única que me gusta. Yo le pongo palabras al deseo, no tengo solo deseo por esa única mujer a la que debería jurarle amor eterno, tenemos una relación hablada, Clarisse me dice si un día nos separamos vos seguís viviendo acá, juntas, nuestro amor va más allá del sexual, que de todas formas existe, que nos une. Una chica en un taller me contó ´Si yo estoy con alguien y otra me calienta, dejo esa relación y comienzo una nueva´, uniendo siempre sexo con pareja. Yo creo en el sexo sin amor porque también esta el mito de que nosotras no nos calentamos: nosotras queremos coger y somos sexuales, queremos tener sexo salvaje. Siempre que haya mutuo acuerdo y cuidado, esta todo bien. Si una mujer quiere latigar a otra ¿por qué no? Todo lo que sea mutuamente consensuado, todo lo que sea placer consensuado forma parte de esto. Por otra parte, las relaciones abiertas no son una pareja, porque en cuanto pensás o decís “pareja” es dos, es algo cerrado. En cambio, las relaciones abiertas son muchas personas que van y viene. La pareja, como nos enseña Jules Falquet, es un doloroso problema.”, dirá sin ningún atisbo de nostalgia de esa idea de sacrificio por el amor que tan bien nos han inculcado pero con una contradicción de jerarquías que no logra resolver, según sus palabras. De todas formas, su razonamiento es simple para que cualquiera puedo entenderlo, y de él se puede desprender un mayor grado de complejidad que permite concebir a la pareja, aunque sea una pareja que se elige mutua y libremente sin estar no estatalmente bendecida – como pensaba Emma Goldman debía ser el vínculo entre dos seres humanos que se aman-, como una institución en sí misma que presupone siempre que lo más deseable es no estar sola, tener a alguien, y no poner esa relación nunca en riesgo incluso en desmedro del deseo. Asimismo, la pregunta que emerge espontáneamente no es por qué las lesbianas y bisexuales necesitan abrir su sexualidad e intercambio afectivo con otras mujeres, y “disolver” sus parejas sino “por qué hace falta cerrar las relaciones, esa es la imposición, porque la pareja reproduce un modelo económico de esta sociedad que necesita organizarnos. Cuando algunas chicas asustadas me dicen ´Adónde vamos a llegar´ con voz de miedo, yo les cambio el énfasis y muy entusiasmada les digo `Adónde iremos a llegar ` porque yo soy de la idea de que solo se puede descubrir desde el amor y desde la libertad”, comenta ávida. Para esta activista las relaciones abiertas no son una cuestión romántica o sentimental, sino de “desterrar el sistema”. El amor libre, que en la concepción de pessah no se distingue de las relaciones abiertas, es radical, pero “radical desde la raíz, desde la profundidad”, explica, “te plantea armar núcleos afectivos nuevos, no familias alternativas que, en mi opinión, continúan con el peso fuerte de la familia tradicional. El tema de las relaciones abiertas cuesta porque es meterse con los cimientos, con las bases, y no queda nada en pie, tocás la familia, la religión, el patriarcado, tus padres, y la economía. Los vínculos deberían ser vueltos a inventar, no traer modelos sino generar nuevas referencias”. En cuanto a las jerarquías o relación primaria y secundaria, marian afirma que “el medio predispone y arma; si viviéramos de otra manera, en contacto con la naturaleza, donde pudiéramos vivir en comunidades quizás todo se resolvería”. Tal vez, esa organización utópica comunal le permitiría a pessah resolver el tema de los rangos que se arman naturalmente en relaciones abiertas donde una persona determinada es preferida por sobre todas las demás, como pasa en el caso de la propia marian con su amada Clarisse, es decir como Simone de Beauvoir y Jean Paul Sartre, otro de los modelos de pessah, una célula de afinidad de dos a la cual siempre se retorna. Para lograr estas nuevas formas de organización afectiva sin jerarquías, si es que eso es posible, marian sueña con un escenario digno de una utopía revolucionaria, bucólico y cuasi mítico, propio de una reversión idealizada de amazonas hippies antibélicas (comunas rurales de mujeres -sin revisación médica, es decir “cualquiera que se reivindique mujer independientemente de su anatomía”, aunque paradójicamente el lugar fuerte de inserción de pessah son espacios vedados a otras expresiones de género, que no sean lesbianas o mujeres bisexuales, entendiendo por mujer, lo que la biología marca como tal al momento de nacer-) donde prime el consenso y las decisiones se tomen de forma asamblearia, y donde todo sea de todas (“si existe la propiedad privada, se necesita una herencia, y herederos, vivo el amor libre como una forma comenzar a desterritorializar en el propio cuerpo la propiedad privada.”) y donde “cada una tenga su cuarto propio con baño”. No es justo exigirle todas las soluciones a quién detecta un malestar y busca formas de oponérsele y resistirlo, pero cómo se llega hasta ese mundo ideal, cómo se reproducirán los seres humanos en las comunidades, o qué pasa con aquellas que desean continuar manteniendo relaciones por fuera de la comunidad o con varones, o simplemente, desean mantener células de afinidad de dos. De todas formas, el sueño de marian fue probado parcialmente, con varios aciertos y desaciertos, por 200 anarquistas genoveses que de 1890 a 1894 vivieron en comunidad en la colonia Cecilia en Brasil, aunque, nuevamente se trató de un proyecto heterosexual… y donde lo que faltaban eran mujeres por lo cual las pocas que había eran compartidas entre varios, con el supuesto beneplácito de las partenaires. Y ¿qué pasa con todas esas mujeres que juran y perjuran estar donde quieren, que lo que les ocurre ahora es lo que eligieron y desean: la monogamia con una sola mujer para toda la vida? Solange tiene 33 años, siempre fue lesbiana, y participó del taller en Rosario, “por curiosidad”, ella no vive su monogamia como un “malestar”, sino como una elección: “Me gusta la monogamia, disfruto mucho poder recorrer un camino sin límites con la persona que elijo estar. No por un tema de captura o clausura, sino porque siento como si menos fuera más. Las veces que estuve con otra mujer dentro de la relación me sentí bastante mal al respecto. Si estoy con alguien muy en serio y se me cruza otra persona, quizás preferiría tomarme un tiempo de esta pareja y probar antes que ser infiel aunque no siempre se puede manejar de esto.” Solange tácitamente planta la duda: ¿Acaso todas las fantasías son para ser vividas? Sin embargo, el enfriamiento sexual de las parejas simbióticas y el riesgo de la desexualizació n de las relaciones íntimas entre mujeres en pos de no ser “infieles”, de no “traicionarse”, como supuestamente hacen los varones con sus parejas, es frecuente en las charlas entre amigas y principal motivo de ruptura entre parejas de mujeres que se convierten en mejores amigas. Por otra parte, Tatiana, amiga de pessah con la que mantuvieron una relación por un corto tiempo, en el pasado, cuando marian todavía se refería a la persona amada como “novia” dice con un poco de vergüenza: “Yo no practico el amor libre porque soy una cagona, con ninguna pareja lo planteé. Soy muy celosa, no sé si me la bancaria”. Su problema remite a los planteos de Emile Armand, un antiguo anarco-individualis ta y el mayor propulsor de la camaradería amorosa o relaciones abiertas dentro del anarquismo. Según su planteo el amor puede también consistir en querer, por encima de todo, la dicha de quien se ama, hallar alegría en la realización al máximo de la personalidad del objeto amado, la trascendencia propia se logra en la trascendencia de los demás, y la libertad crece con la libertad de las otras personas, en todos los terrenos. “Este razonamiento, en quienes lo alimentan”, agrega Armand, “termina casi siempre por curar los celos sentimentales, porque en el amor como en todo lo demás solo es la abundancia lo que aniquila los celos y la envidia”. Tatiana agrega no del todo convencida “yo no los he podido deconstruir; si bien yo sé que es completamente cultural mi construcción monogámica de pareja, cuando yo conozco una chica me enamoro de esa chica, no quiero otra cosa más que estar con esa chica. Me cuesta compartir a la mujer que amo, pero sí puedo pensar una relación de tres con alguien que no sea mi pareja. En una relación muy larga me he enamorado de otras mujeres, y maté ese amor, no planteé estemos todas. A lo mejor hoy lo probaría porque la realidad es que la pasión dentro de mis parejas monogámicas siempre terminó por apagarse.” “Los celos son miedo, miedo a las fantasías”, improvisa pessah una respuesta psi para su amiga, y prosigue “Los celos se deconstruyen en la cancha. A mi me gusta otra persona, pero te sigo queriendo, y no quiero elegir.” Del mismo modo, otro de los grandes obstáculos de las relaciones abiertas es el control autoimpuesto propio de nuestras sociedades donde nos censuramos sin que nadie ejerza coerción, “El policía que llevamos dentro”, dirá marian, con respecto al lugar común que se resume en la frase “me da miedo perderla”, propia de la extorsión afectiva real o imaginaria de la compañera o amante. Por eso, pessah sostiene la importancia de abrir las relaciones desde el principio vinculando políticamente “deseo y sexualidad” para que “el sistema no se meta en el cuerpo”. Esta exploración de las relaciones abiertas y todas las práctica sexuales allí contenidas y usualmente reprimidas no significa experimentar una suerte de goces en secreto y volver a casa incólume a fingir que nada ha pasado, ni convencerse con la sexóloga Alessandra Rampolla de que “todo es normal”, sino más bien lo contrario. Tampoco se trata de emular el clave lésbica los pactos swinger que refuerzan la idea de pareja, un dos indisoluble donde las mujeres suelen ser utilizadas como moneda de cambio para acceder a nuevos bienes, es decir otras mujeres y donde los juegos eróticos entre ellas están enfocados al calentamiento del compañero solamente. Se trata más bien de relaciones impensadas que se proponen reordenamientos sociales subversivos y rebeldes, y también contradictorios y en permanente experimentació n, que tal vez ya se estén intentando, aquí ahora, placenteros, felices, y amenazadores contra la moral normativizadora que se da en el interior de la comunidad misma, y reproduce los modelos de reorganizació n del sexo de la familia tradicional burguesa heterosexual. Contra las clasificaciones autoritarias que hasta ahora han dictado qué es el sexo y cuáles son sus formas de organización en especial en las mujeres, intensificació n de los placeres, nuevos modos de amar, nuevas relaciones eróticas que resistan el disciplinamiento de la sexualidad e incrementen los goces para intervenir corporalmente sobre la realidad y transformarla; una resistencia a la productividad heteronormativa que se priva de vidas amatorias más excitantes, más extremas, más enriquecedoras.

martes, 14 de octubre de 2008

DESOBEDIENTES EL AMOR Y LA SEXUALIDAD ENTRE LESBIANAS COMO EJERCICIO DE LIBERTAD

DESOBEDIENTES
EL AMOR Y LA SEXUALIDAD ENTRE LESBIANAS
COMO EJERCICIO DE LIBERTAD

CONVOCATORIA PARA PUBLICACIÓN

¿Es el amor libre? ¿Cuánta libertad tenemos para amar de maneras diferentes a los dictados sociales? ¿Cuánta libertad tenemos para establecer una o más parejas, una o más relaciones? En nuestras sociedades el compromiso de la relación amorosa parecería conllevar naturalmente un compromiso de fidelidad monogámica, un contrato de exclusividad del ser amado/deseado, pero ¿esto alcanza a condicionar y controlar el deseo? ¿por qué el amor debería condicionar el deseo? Una vez establecido el compromiso amoroso, ¿es posible que aparezcan sentimientos amorosos por otra persona? Y si éstos aparecen ¿es posible que el amor por la pareja inicial siga tan fuerte como antes? Si damos la oportunidad a que una segunda experiencia se desarrolle, ¿cómo manejamos ambas relaciones? ¿qué pasa con la pareja inicial? ¿cómo asumimos la posibilidad de transgredir a la monogamia? ¿cuáles son las múltiples estrategias que hemos habilitado y actualizado para llevar adelante nuestro deseo, nuestros amores?¿Está la sexualidad ligada a la emocionalidad? ¿Es posible vivir una relación de pareja en donde la sexualidad y la capacidad amatoria no sea objeto de control, objeto de alguna prueba poderosa del “amor verdadero”? ¿Es posible vivir una sexualidad en libertad con una emocionalidad comprometida? ¿Es posible ejercer el amor y la sexualidad en libertad?

Si has vivido o atravesado alguna(s) experiencia( s) que te haya(n) permitido hacerte alguna o varias de estas preguntas y reflexionar cuestiones relativas a las problemáticas que ellas plantean, te invitamos a escribir y compartir con nosotras sobre los significados de la libertad, el amor y la sexualidad en situaciones de contradicción con las normas y valores preestablecidos de la monogamia. Compartir colectivamente las historias de intentos, fracasos, éxitos, desventuras, aprendizajes, apuestas, desencantos, esperanzas y búsqueda de construcción de otras formas de relaciones entre las lesbianas por fuera de la monogamia. Te invitamos a que los hagas desde todas las contradicciones, complejidades y paradojas que han habilitado dichas experiencias.

Con el objeto de aportar desde diferentes miradas e historias particulares a la reflexión político filosófica sobre un tema tabú y tan poco trabajado en la comunidad lésbica como el poliamor, las relaciones abiertas y/o el amor y la sexualidad libre; la editorial en la frontera, convoca a presentar ensayos, testimonios y cuentos que aborden reflexivamente los temas planteados con el propósito de hacer una publicación.

Los trabajos deberán ser presentados en formato Word con letra arial número 12 a doble espacio y con una extensión máxima de 20 páginas. En la primera hoja deberá constar claramente nombre y apellido de la autora o, en su defecto, un pseudónimo elegido, país de residencia, así como teléfonos y correo electrónico de contacto. Serán aceptados para su evaluación todos los trabajos en el formato pedido que lleguen hasta el 15 de diciembre del 2008, inclusive, a nuestra casilla de correo electrónico: enlafronteraeditori al@yahoo. com con el asunto: “convocatoria amor libre”.

Un comité editorial, presidido por Norma Mogrovejo, Yuderkys Espinosa Miñoso, marian pessah y Gabriela Robledo, revisará los trabajos presentados e informará su aceptación el 15 de marzo del 2009. Los trabajos seleccionados formarán parte de una publicación colectiva a la que tambien han sido invitadas activistas reconocidas que compartirán sus experiencias y reflexiones acerca de la temática. La publicación saldrá a mediados del 2009.
marian pessah
http://www.flickr. com/photos/ marianapessah/

http://radicaldesde laraiz.blogspot. com/

SOS mujeres en nicaragua

Nunca me callo bien el bigotitos este pero con esta deriva habraq que interpela a tantos otros que creen ver cmbios en latinoamerica.
Cambios para quien???????


DENUNCIA NACIONAL E INTERNACIONAL
Nicaragua, 11 de Octubre del 2008.
A: Comité Internacional de Derechos Humanos, Organización Mundial Contra la
Tortura, Corte Interamericana de Derechos Humanos, Amnistía Internacional,
Parlamento Europeo, Comisión de Derechos Humanos de la Unión Europea,
Human Rights Watch, Plataforma Interamericana de derechos Humanos,
Desarrollo y Democracia, Secretariado Internacional de ONGs, Centro por la
Justicia y el Derecho Internacional. (CEJIL)
Diversos movimientos sociales, redes y organizaciones legalmente constituidas de la
sociedad nicaragüense, denunciamos ante la opinión pública nacional e internacional e
instancias de derechos humanos del Sistema de Naciones Unidas, las acciones
persecutorias desarrolladas por parte del gobierno de Nicaragua, bajo la conducción del
Presidente de la República, Sr. Daniel Ortega Saavedra.
A partir del mes de julio del presente año, el gobierno de Nicaragua a través de sus
medios de comunicación ha incitado de forma sistemática a grupos de base del FSLN a
impedir de forma violenta, movilizaciones de protesta desarrolladas por diversas
organizaciones de la sociedad nicaragüense, que reclaman entre otros aspectos, respeto
a la libertad de organización y movilización de la ciudadanía para la defensa de sus
derechos.
Estos hechos representan una clara violación a los Artículo 53 y 54 de la Constitución
Política de la República, en los cuales se reconoce el derecho de reunión pacífica; el
derecho de concentración, manifestación y movilización pública.
Después de varias semanas de hostigamiento público por parte de los medios de
comunicación del gobierno, el día 10 de Octubre del 2008 el Juzgado Segundo de
Distrito de lo Penal de Audiencia de la Circunscripción de Managua, a solicitud del
Ministerio Público de la República, emitió un “auto de allanamiento y orden de
secuestro de bienes” en contra de las siguientes redes, organizaciones y ONGs
internacionales:
Red Nicaragüense de Comercio Comunitario (RENICC)
Coordinadora Civil
Grupo Venancia de Matagalpa
Red de Mujeres Municipalistas de Nicaragua (RMM)
Forum Syd (Organizaciones en Colaboración por la Justicia Social)
Centro de Investigación de la Comunicación (CINC0)
Movimiento Autónomo de Mujeres (MAM)
OXFAM Gran Bretaña (OXFAM GB)
Dicha orden judicial viola la Constitución Política, la que en sus artículos 49, 50, 52, 53
y 54 del CAPITULO II, de los DERECHOS POLÍTICOS, consigna lo siguientes
derechos para la ciudadanía nicaragüense:
ARTICULO 49.- En Nicaragua tienen derecho de constituir organizaciones los
trabajadores de la ciudad y del campo, las mujeres, los jóvenes, los productores
agropecuarios, los artesanos, los profesionales, los técnicos, los intelectuales, los
artistas, los religiosos, las Comunidades de la Costa Atlántica y los pobladores en
general, sin discriminación alguna, con el fin de lograr la realización de sus aspiraciones
según sus propios intereses y participar en la construcción de una nueva sociedad. Estas
organizaciones se formarán de acuerdo a la voluntad participativa y electiva de los
ciudadanos, tendrán una función social y podrán o no tener carácter partidario, según su
naturaleza y fines.
ARTICULO 50.- Los ciudadanos tienen derecho de participar en igualdad de
condiciones en los asuntos públicos y en la gestión estatal. Por medio de la ley se
garantizará, nacional y localmente, la participación efectiva del pueblo.
ARTICULO 52.- Los ciudadanos tienen derecho de hacer peticiones, denunciar
anomalías y hacer críticas constructivas, en forma individual o colectiva, a los Poderes
del Estado o cualquier autoridad; de obtener una pronta resolución o respuesta y de que
se les comunique lo resuelto en los plazos que la ley establezca.
Esta acción carente de toda legalidad, ya fue ejecutada de forma oficiosa por la Fiscalía
de la República con el resguardo de la Policía Nacional, en contra del Centro de
Investigación de la Comunicación (CINC0) y el Movimiento Autónomo de Mujeres
(MAM) de forma simultanea el 10 de Octubre de los corrientes.
A pesar de que los afectados por la orden de allanamiento y secuestro no conocen la
denuncia formal presentada en contra de sus respectivas organizaciones, la Fiscalía de la
República asevera que la misma fue interpuesta por el Director de Registro de ONGs
del Ministerio de Gobernación, a pesar que la ley no le faculta para ejercer una acción
de denuncia pública. Ello representa otra violación a la Constitución, la que en los
artículos 130 y 131, contenidos en el TITULO VIII, Capitulo I, DE LA
ORGANIZACIÓN DEL ESTADO, dice textualmente:
ARTICULO 130.- La nación nicaragüense se constituye en un Estado Social de
Derecho. Ningún cargo concede a quien lo ejerce, más funciones que las que le
confieren la Constitución y las leyes. En el mismo sentido, el Articulo 131, inciso (3)
señala: “Los funcionarios y empleados públicos son personalmente responsables por la
violación de la Constitución, por falta de probidad administrativa y por cualquier otro
delito o falta cometida en el desempeño de sus funciones. También son responsables
ante el Estado de los perjuicios que causaren por abuso, negligencia y omisión en el
ejercicio del cargo….”
Los movimientos, redes y organizaciones abajo firmantes, somos concientes del daño
que a lo largo de nuestra historia nos han causado gobiernos dictatoriales, autoritarios y
corruptos. Por ello hemos invertido nuestras energías en la construcción de una sociedad
pacífica y respetuosa de los derechos individuales y colectivos de los y las ciudadanas,
que con tanto esfuerzo hemos logrado consignar en el sistema de leyes.
Llamamos a las organizaciones regionales e internacionales de derechos humanos a que
interpongan sus buenos oficios en apoyo a los esfuerzos que venimos realizando a nivel
nacional, para lograr un diálogo constructivo con el actual gobierno de Nicaragua.
Firman el presente comunicado:
Mirna Blandon Gadea Movimiento Feminista
Fátima Millón Duran Red de Mujeres Contra la Violencia
Georgina Muñoz Coordinadora Civil
Maria Teresa Blandon Gadea Programa Feminista La Corriente
Eva Maria SanQuim Asociación de Mujeres Profesionales por el
desarrollo (AMPDI)
Luz Marina Torrez Velásquez Colectivo de Mujeres 8 de Marzo
Sandra Arceda Torrez Colectiva de Mujeres 8 de Marzo
Esquipula - Matagalpa
Klemen Altamirano Colectiva de Mujeres de Masaya
Nora Meneses Mendoza Colectivo de Mujeres Xochilt
Ada Esperanza Silva Centro de Derechos Constitucionales
Martha Lorena Cabrera Lainez Asociación Intergeneracional por la Paz y la
Vida San Rafael del Sur
Gladys Areas Urbina Instituto Hablemos de Nosotras
Imara Matilde Mairena Grupo Feminista de León
Eveling Flores Fundación Puntos de Encuentro
Martha Villanueva Grupo Lesbico Nicaragüenses Safo
Bismark Moraga Peña Iniciativa desde la Diversidad Sexual por
los Derechos Humanos
Diana Martines Fundación entre Mujeres Esteli
Sandra Carvajal Instituto de Mujeres No Videntes
Jamileth Chavarria Casa de la Mujer de Bocana de Paiwas
Eva Molina Show Colectivo de Mujeres de Matagalpa
Ruth Marina Matamoros Grupo Venancia - Matagalpa
Maria Teresa Ochoa Católicas por el Derecho a Decidir
Nicaragua
Maria Teresa Crespín Movimiento Contra el Abuso Sexual